Con la batería correcta
Son muchas las personas que, a la hora de plasmar sus inquietudes musicales, escogen un instrumento como la batería para dar rienda suelta a su talento. Sin embargo, más allá de los gustos personales de cada uno, lo cierto es que existen ciertas ventajas en la práctica de este instrumento que toda persona habitual de la batería o con ganas de iniciar su aprendizaje a buen seguro encontrarán interesantes.
Para sentirte bien
No es nada nuevo: la música tiene la capacidad para cambiar nuestro estado de ánimo de una forma increíble. Por lo tanto, y aunque esto no es un atributo exclusivo de la batería, lo cierto es que aprender a tocar este instrumento puede tener un beneficio directo en nuestra forma de encontrarnos y en la sensación de felicidad que experimentamos. Como elemento adicional, habría que incluir que tocar la batería resulta una actividad sumamente energética, que nos servirá para descargar buena parte del estrés acumulado a lo largo del día.
Mejora la coordinación y los reflejos
Sin duda una de las principales habilidades que debes poseer para tocar bien la batería acústica o eléctrica es la coordinación: al principio no te resultará nada fácil seguir los patrones de ritmo con tus manos, igual que mantener dos ritmos diferentes. Sin duda, la concentración que tienes que invertir en este instrumento musical tendrá un efecto inmediato en tu vida en general. Otra mejora que experimentarás será la referente a tus reflejos; ejecutar todos los movimientos que puede requerir una canción, ya sea con las manos o con los pies, hará que tu capacidad de reacción mejore notablemente.
Ser más inteligente
A pesar de lo que muchos puedan pensar, la inteligencia es algo capaz de mejorarse y evolucionar si se entrena. Tocar un instrumento musical sin duda es una de las actividades que más pueden ayudarnos a la hora de cultivar las capacidades de nuestro cerebro; y es que coordinar y aprender diferentes patrones de ritmo no es un tarea cuyo dominio pase desapercibido por la mente.
Quemarás calorías
Seguramente este no sea tu principal objetivo al querer tocar la batería, pero sin duda tampoco te vendrá mal. A diferencia de otros instrumentos más pasivos, tocar la batería nos puede ayudar a quemar una buena cantidad de calorías en una sola sesión, puesto que toda la parte superior del tronco se encuentra en movimiento constante.
Ahora que ya tienes claras ventajas de tocar este instrumento tal vez necesites otro pequeño empujón para decirte a tocarlo. Por ello queremos aclarar una de las dudas más comunes que pueden surgir: ¿cuál es la diferencia entre una batería acústica y una batería eléctrica? En primer lugar, lo que nos encontramos: las baterías acústicas están formadas por platos y cascos de madera, mientras que las eléctricas tan sólo constan de pads. Éstas últimas, además, no requieren de un afinamiento previo para tocarlas, a diferencia de las acústicas, que requieren un tiempo de preparación.
Sin embargo, la principal diferencia existe a efectos de sonido: la batería acústica suena de una manera mucho más “natural”, ya que es un instrumento que sólo hace que reaccionar a los golpes que realizamos sobre sus diferentes piezas. En cambio, la batería eléctrica tiene un sonido más irreal y diferente, aunque también muy apreciado por algunos, que puede llegar a sonar en un modo de orquesta sinfónica. Son menos sensibles que las acústicas; cada una de ellas con sus ventajas y características.
Ahora sólo hace falta que descubras la tuya.